4 hitos importantes que impulsaron a FARO a trabajar por una sociedad más equitativa y justa en este 2022
Arrancamos el año con esperanzas renovadas de que el remezón causado por la pandemia uniría a la sociedad para encontrar soluciones estructurales a los problemas sociales y económicos más complejos que enfrenta nuestro país y la región. Lastimosamente, la polarización y exclusión se profundizaron. Frente a estos retos, el equipo de FARO no descansó para aportar con investigación, iniciativas en territorio, aportes a la política pública y promoción del diálogo.
Los 18 días de protestas nacionales del mes de junio profundizaron fracturas en nuestro país. Fracturas que tomarán tiempo sanar. Para poder lograrlo, es fundamental reconocer las enormes desigualdades que existen en el Ecuador, reconocer que el racismo y clasismo están presentes y que es necesario contar y usar mecanismos democráticos para canalizar las justas demandas ciudadanas.
Durante esos momentos duros que atravesó el país, desde FARO explicitamos nuestro compromiso por aportar al diálogo uniéndonos a voces de más de 300 organizaciones de la sociedad civil y universidades que proponían una vía para encontrar soluciones de manera pacífica.
Ese camino de construcción de una sociedad más justa pasa por apuntalar un sistema de educación de calidad. FARO ha implementado por más de 5 años el modelo innovador de transformación educativa de Comunidades de Aprendizaje. Este año marcó un hito importante ampliando su impacto a 1900 docentes, 50 000 estudiantes y sus familias en 45 instituciones educativas, generando capacidades y formación continua que permitan a toda la comunidad educativa la mejora de la convivencia y los aprendizajes.
Por otro lado, el empleo sigue siendo una de las preocupaciones más importantes de la ciudadanía. Basados en investigaciones de FARO sobre las condiciones laborales de los trabajadores informales y de quienes trabajan en las plataformas de envíos y transporte participamos en la Asamblea Nacional con nuestros aportes para mejorar las condiciones del sector. Además, desde el área de Investigación y Evaluación continuamos construyendo un ecosistema para la toma de decisiones basada en evidencia implementando varios monitoreos y evaluaciones a programas de los sectores público, privado y de agencias de las Naciones Unidas.
Sin duda, la crisis climática representa amenazas que pueden ser críticas para poblaciones vulnerables. En ese camino al desarrollo sostenible, FARO apoyó en la implementación de la consulta nacional “Estocolmo +50″ para incluir los aportes de la ciudadanía para el diseño de políticas públicas y acciones a favor de un ambiente sano y un Ecuador más sostenible. Este proceso contó con la participación de 2 492 personas y concluyó con un reporte nacional que fue presentado en la Conferencia de Estocolmo +50 en junio del presente año.
Estos son solo algunos ejemplos de los aportes de FARO en el 2022. Organizacionalmente, quedan las bases de un proceso de incidencia que permitirá seguir teniendo impactos medibles en los años venideros. Los problemas estructurales tomarán tiempo resolver, requerirán políticas públicas audaces y decisiones difíciles y por ende necesitarán de un consenso nacional y mecanismos sistemáticos de interacción entre diversos sectores de la sociedad. En este contexto, FARO reitera su compromiso para generar evidencia e implementar iniciativas para incidir en la política pública y promover prácticas para una sociedad más equitativa y sostenible.