Informe de avance a la política pública de empleo
La política laboral busca atender de cuatro formas los problemas mencionados en esta publicación. La primera se refiere a la regulación del Gobierno en las relaciones laborales. A partir de las normas de contratación y despidos, modalidades de trabajo, incremento o disminución de horas de trabajo, entre otras. La segunda se enfoca en promover derechos básicos, como la fijación de salarios mínimos. La tercera se enfoca en el poder de demanda y negociación que el Gobierno les otorga a los sindicatos y gremios de trabajadores. Por último, la provisión de seguros sociales de desempleo, salud y vejez. Condición que puede beneficiar a la totalidad de población trabajadora. A continuación, se analiza las políticas laborales, su efecto en el nivel de vida y calidad de empleo.
Todas estas aproximaciones parecen enfocarse en objetivos diferentes que pueden muchas veces estar contrapuestos. Uno de los desafíos más grandes para la política laboral es atender los principales problemas de los mercados laborales considerando sus diversas dimensiones. Esto mediante las propuestas de una serie de políticas que alineen los incentivos tanto de los empleadores como de los empleados, sin desatender las condiciones laborales y sin obrar en detrimento de los beneficios sociales.
En América Latina, uno de los principales problemas que enfrentan los mercados laborales es la informalidad. Por un lado, los efectos negativos tienen altos niveles de informalidad para la productividad. Haciendo importante combatirla a partir de una política laboral que incentive el empleo formal. Por otro lado, la informalidad se observa como una consecuencia de la baja productividad de los mercados de la región. De modo que para reducirla se deben generar políticas que estimulen el crecimiento y mejoren la asignación de recursos.