Gobernabilidad

La gobernabilidad es un estilo de gobierno caracterizado por un grado mayor de cooperación e interacción entre el Estado y actores no estatales. El referente para saber cuán dividido está el sistema político de un país es el número efectivo de partidos políticos en la legislatura. Esto influye en la capacidad de llegar a acuerdos políticos básicos. Para medir la gobernabilidad se entiende que a mayor cantidad de agrupaciones inmersas en la negociación, es menos probable que lleguen a consensos. En 2009 Ecuador fue uno de los países más fragmentados de América Latina. Esa tendencia se redujo en la década siguiente, pero volvió en las elecciones de 2017 y se mantiene hasta el 2021.
Otro referente empírico a considerar para una buena gobernabilidad es el apoyo popular a la gestión presidencial. En el último año de Gobierno de Lenín Moreno presenta no solo valores bajos en relación a los expresidentes ecuatorianos, sino también respecto a sus contrapartes de América Latina. El presidente de Ecuador es el que peor imagen pública tuvo al finalizar el 2020.
Tanto la presencia de un número excesivo de agrupaciones políticas como el reducido carisma del presidente Moreno, reflejado en encuestas como las de imagen pública de los jefes de Estado adjunta a este documento, conspiraron para que, junto a razones económicas y los avatares de la pandemia del COVID-19, este período de gobierno se caracterizara por una baja capacidad de negociación política frente a otros actores.
El Gobierno tiene como reto la reducción de las tensiones entre los diferentes sectores sociales. Para ello, es necesaria la redistribución de los ingresos del Estado. Además de una política que incremente el empleo desde lo privado y lo reduzca de forma sistemática y ordenada desde lo público.