Deuda pública total e interna
La deuda interna se define como la parte de la deuda pública que se encuentra en manos de los propios ciudadanos en el país. Es decir, aquella deuda pública en la que el acreedor es ciudadano en el país. En este sentido, cuando hablamos de deuda interna estamos haciendo alusión a la parte de deuda pública emitida por el Estado en la que el acreedor es un ciudadano del territorio.
Las características que definen a la deuda interna son: la facilidad para operar en la divisa local. Es decir, la facilidad que representa para un Gobierno el operar en moneda local y no tener que estar gestionando continuamente fluctuaciones con pares de divisas extranjeras. Otra característica, es el gasto que representa para el Gobierno. El gasto es menor ya que no se paga a acreedores extranjeros, además no es necesario gestionar los tipos de cambio monetarios.
La deuda pública total incrementó desde el 2013 de $22.847 millones al 2019 a $57.337, esto da un crecimiento de 151%. En el Gobierno, la deuda aumentó. Hasta octubre de 2020, la deuda pública alcanzaba $59.923 millones, equivalente al 62,1% del PIB. Dando como resultado el 71 % de deuda externa y el 29% de deuda interna. La deuda interna ha incrementado un 77% entre diciembre de 2013 y octubre de 2020, al pasar de $9.927 millones a $17.570 millones. Desde 2017, la deuda agregada ha incrementado un 19%.
De la deuda interna, el 74% corresponde a bonos emitidos en el mercado nacional con tenedores públicos. En comparación a octubre de 2019, las variaciones más relevantes son una disminución del 20% de la deuda con la seguridad social y el aumento del 34% de la deuda con los tenedores privados.