Visualizador de Herramienta Integrada de Riesgos y Respuestas Covid-19 en Ecuador.
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Una herramienta integrada para gestionar la pandemia a nivel local
FARO y Social Progress Imperative, una ONG con sede en Washington DC, lanzan la herramienta Integrada de Riesgos y Respuestas COVID 19 (IRR) que, a través del cruce de una serie de datos e indicadores, analiza variables de riesgo, para apoyar la construcción de acciones efectivas ante la emergencia por la pandemia. La herramienta cuenta con variables de riesgo de las condiciones sociales, las dinámicas económicas, condiciones poblacionales y estructurales del sector salud, así como datos de densidad poblacional y movimiento de Google que permiten obtener información sobre la interacción de las personas en su territorio. Con esta información se genera una evaluación de riesgo integrada que evidencia los efectos de cada ámbito en las 24 provincias del país. “La llegada del COVID-19 puso en evidencia la necesidad de construir estrategias de respuesta locales y contextualizadas debido a las particularidades y problemas de cada territorio” señala María Caridad Ortiz, directora de Investigación de FARO, a la vez que enfatiza que la IRR brinda un análisis, casi en tiempo real, del riesgo potencial que enfrentan las 24 provincias en Ecuador. La IRR podría ayudar a los gobiernos locales en la toma de decisiones, contribuyendo a identificar focos de riesgo y facilitando la propuesta de soluciones específicas. La IRR presenta un total de 16 indicadores y variables. La mayoría de la información utilizada es de 2018 en adelante. Es importante indicar que también existen datos anteriores en temas como el acceso a agua potable y alcantarillado por red pública debido a que son cálculos realizados en base de Censos Poblacionales y, por lo tanto, no se pueden actualizar. Sin embargo, datos clave como la movilización de personas y el número de contagios por provincia, son actualizados cada quince días para un análisis actual más completo de la situación provincial. La IRR presenta diferentes niveles de alerta tomando en cuenta las variables antes mencionadas, con lo que se puede evaluar qué estrategias o intervenciones se deberían aplicar y su efecto de manera personalizada. El gráfico con el desglose de las puntuaciones del índice y las dimensiones por provincia es uno de los insumos interactivos que sirven para comparar la situación general de las provincias ecuatorianas. Así, se observa que las provincias de la sierra con mayor nivel de alerta potencial corresponden a Cotopaxi, Tungurahua, Bolívar, Chimborazo y Cañar. Por otro lado, las provincias de la costa que generan mayor preocupación son Manabí, Los Ríos y Guayas. Las provincias de Esmeraldas, Carchi, Santo Domingo de los Tsáchilas, Orellana, Morona Santiago, Azuay y El Oro presentan una alerta moderada. Las demás provincias se encuentran en un nivel de alerta bajo, en especial la región insular de Galápagos, que realizó la pronta vacunación de su población. La herramienta permite identificar las dimensiones que requieren mayor atención y, por lo tanto, en las que se debe focalizar las intervenciones. Resalta, por ejemplo, la alta debilidad de Morona Santiago en el ámbito social; y las dificultades económicas que afronta Cotopaxi al ser una de las provincias con mayor incidencia de pobreza. En el caso del Guayas, se observan las falencias en el sistema sanitario, así como una alta movilidad, al igual que Orellana, lo que les convierte en provincias con mayores probabilidades de expansión del virus. Para el caso de la provincia de Pichincha resalta que tiene varias fortalezas en el ámbito social y económico, sin embargo, la densidad poblacional y la alta movilidad comprenden un riesgo de expansión del virus en su territorio. Esta y mayor información interactiva está disponible en el siguiente enlace: https://grupofaro.org/visualizador-irr/
Organizaciones de la sociedad civil de la región discuten temas de transparencia y rendición de cuentas
La transparencia y la rendición de cuentas es uno de los retos de las organizaciones de la sociedad civil (OSC), pues si bien han impulsado mecanismos y herramientas para promover la transparencia y rendición de cuentas con diversos actores tanto a nivel público como privado, se espera también que las OSC rindan cuentas sobre los recursos, el impacto de sus proyectos, y su trabajo en general, para con ello legitimar su rol dentro de la sociedad. Conscientes de este desafío, FARO, junto con Innovación para el Cambio realizaron el pasado 8, 9 y 10 de noviembre el laboratorio de innovación social: transparencia y rendir cuentas con el fin de analizar los elementos fundamentales de los principios del Estándar Global de CSO. Durante los tres días, los representantes de las OSC discutieron y analizaron la forma de adaptar la herramienta de autoevaluación de Rendir Cuentas para facilitar su implementación en organizaciones con un desarrollo organizacional básico, que trabaja en territorio con un enfoque comunitario, social y con dificultad en el acceso a recursos. Luego de este proceso, se espera que la herramienta de autoevaluación adaptada sea implementada por al menos 40 OSC con el fin de captar las prácticas de rendición de cuentas de las organizaciones y generar planes de mejora para fortalecer sus acciones internas basadas en el diálogo continuo entre los distintos interesados. “Gracias a la colaboración de nuestro importante aliado, Rendir Cuentas, reunimos a 15 OSC de Ecuador, Argentina, Bolivia, Colombia, Uruguay y Perú, miembros de la iniciativa Rendir Cuentas y miembros de Confederación Ecuatoriana de Organizaciones de la Sociedad Civil (CEOSC)” comenta Camila Ulloa, especialista de investigación del Área de Democracia, Transparencia y Ciudadanía Activa de FARO.